Corre el mes de octubre de 2007, me viene dando vueltas la idea de retomar mi entrenamiento en Karate-Do, hace varios meses ya...mi condicion fisica es penosa, hace algunos años que deje de entrenar en la academia, y no realizo ninguna actividad fisica.
En fin...solo me quedo en intenciones...pero hoy me he encontrado con mi antiguo profesor de Karate, acordamos hacer algo para retomar las clases en nuestra ciudad, donde no existe ninguna academia de Karate. Mi profesor vive en una ciudad cercana a 65 kilometros aprox., de la mia.
Me quedo ilusionado pensando en retomar las clases. Pero no es nada seguro.
Ha pasado una semana desde la conversacion con mi profesor cuando recibo una llamada telefonica de el, es jueves 25, y me indica que organicemos la primera clase para este sabado 27, rapidamente contacto a antiguos camaradas y busco un lugar para poder entrenar. logro ubicar a unos 4 y afortunadamente el antiguo gimnasio esta disponible para usarse los dias sabado.
Su estado no es el mejor...esta a mal traer, es utilizado para realizar aerobica y ademas tambien lo utiliza un grupo de fisicoculturistas..que tiene sus maquinas ocupando la mitad del recinto.
Todo esto no importa...las ganas de retomar las clases son mayores...todos estamos ansiosos por comensar...llegamos temprano y nos preparamos, vaya..el Karategi me queda mas estrecho..y el cinturon parece haber encogido.
Pronto algunos compañeros se dan cuenta que no podran seguir usando el mismo karategui...jajaja, ya no somos los jovenes veinteañeros...y todos tenemos unos 15 o 20 kilos mas...
Dos alumnos nuevos llegan junto a uno de nuestros compañeros, tambien llega nuestro profesor, todos practicamos el estilo Goju Ryu.
Desimuladamente..me acerco a nuestro profesor y le pido que la clase no sea muy fuerte, en consideracion a nuestro estado fisico. El me dice que no me preocupe.
Pero la clase rapidamente toma un alto nivel de exigencia, deben ser las ganas que teniamos guardadas durante tanto tiempo, nuestro Karate-gi estan empapados y nuestra tecnica fluye sola, que gran satisfaccion sentimos...El Karate Do, otra vez en nuestra vida.
En fin...solo me quedo en intenciones...pero hoy me he encontrado con mi antiguo profesor de Karate, acordamos hacer algo para retomar las clases en nuestra ciudad, donde no existe ninguna academia de Karate. Mi profesor vive en una ciudad cercana a 65 kilometros aprox., de la mia.
Me quedo ilusionado pensando en retomar las clases. Pero no es nada seguro.
Ha pasado una semana desde la conversacion con mi profesor cuando recibo una llamada telefonica de el, es jueves 25, y me indica que organicemos la primera clase para este sabado 27, rapidamente contacto a antiguos camaradas y busco un lugar para poder entrenar. logro ubicar a unos 4 y afortunadamente el antiguo gimnasio esta disponible para usarse los dias sabado.
Su estado no es el mejor...esta a mal traer, es utilizado para realizar aerobica y ademas tambien lo utiliza un grupo de fisicoculturistas..que tiene sus maquinas ocupando la mitad del recinto.
Todo esto no importa...las ganas de retomar las clases son mayores...todos estamos ansiosos por comensar...llegamos temprano y nos preparamos, vaya..el Karategi me queda mas estrecho..y el cinturon parece haber encogido.
Pronto algunos compañeros se dan cuenta que no podran seguir usando el mismo karategui...jajaja, ya no somos los jovenes veinteañeros...y todos tenemos unos 15 o 20 kilos mas...
Dos alumnos nuevos llegan junto a uno de nuestros compañeros, tambien llega nuestro profesor, todos practicamos el estilo Goju Ryu.
Desimuladamente..me acerco a nuestro profesor y le pido que la clase no sea muy fuerte, en consideracion a nuestro estado fisico. El me dice que no me preocupe.
Pero la clase rapidamente toma un alto nivel de exigencia, deben ser las ganas que teniamos guardadas durante tanto tiempo, nuestro Karate-gi estan empapados y nuestra tecnica fluye sola, que gran satisfaccion sentimos...El Karate Do, otra vez en nuestra vida.
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